jueves, 1 de enero de 2009

1º de enero 2009

Hoy -1º de enero- es el primer día que no salimos de recorrida; hoy mi primo el Antonio me dio descanso   :-)
Volvimos a Hendaya, adonde anoche festejamos la noche vieja, a almorzar en familia, y lo hemos pasado muy bien. Hoy estaba también uno de los hijos de Ana y Antonio, David, con su esposa Isabel y la niña Naiara (es una divina), que mañana cumple su primer añito de vida. Ah! me olvidaba... y un personaje que tienen en la casa, al que llaman Dalila, que es una perrita linda y juguetona que me recuerda a mi Catalina. 
Anoche después de brindar, cuando regresábamos a Irún, pudimos ver que todo el movimiento de gente para ponerse al festejo se da desde Francia hacia España, de Hendaya a Hondarribia e Irún. Parece que "los gabachos" -que así le dicen por aquí a los franceses- son medio gilipollas para la farra; la mayoría se vuelca para festejar en España. De este lado hubo algarabía toda la noche.     
Mañana temprano saldremos rumbo a Galicia, donde nos quedaremos algunos días.
Cariños para todos. Mario

ZARAUZ - GETARIA - ZUMAIA

Hola. Ayer fuimos de recorrida a tres bellos pueblos marinos de veraneo situados en la llamada "cornisa cantábrica", pasando San Sebastián en el sentido de alejarse uno de la frontera con Francia.
Antonio me hace caminar todos los días por el campeonato del mundo, tal como no lo hago en La Plata ni en meses. Opina lo mismo que yo, que a las ciudades hay que concerlas caminando, y entonces aparca el auto y allá vamos. 
 
ZARAUZ es muy apreciable, un balneario en una bahía, con características y detalles de clase alta y una onda tranqui, al menos ahora que estamos en invierno. Dicen que en verano se llena de gente. Es playa de surfistas y aunque el clima está frio había unos cuantos metidos mar adentro. Aquí es donde nuestro conocido cocinero mediático don Karlos Arguiñano ha puesto un exclusivo restaurante que lleva su nombre. Es moderno, quiero decir que no tiene antiguedad de siglos sino de unos 100 años para acá; no obstante han hallado restos de asentamientos romanos por todos lados. Paseamos toda la bahía hasta su final y luego seguimos, por camino entre el acantilado y el mar, muy bonito y con hermosas vistas para tomar fotos. Cuando decidimos dar la vuelta ya nos habíamos alejado del auto unos 5 kmts., que hubo que desandarlos pasito a paso. 
 
El siguiente pueblo es GETARIA, que tiene dos peculiaridades: su antiguedad de siglos y el hecho de haber sido la cuna de Sebastián Elcano, el primero que dio la vuelta al planeta en barco. Hay un par de merecidos monumentos a tan ilustre marino en los cuales me saqué fotos. Getaria es uno de esos pueblitos de ensueño venidos de varios siglos atrás, con las estrechas callecitas empedradas y esos balcones tan españoles colgando de todas las casas. Macetas con flores por todos lados y salado aire marinero. 
 
Ya bien pasado el mediodía fuimos al tercero: ZUMAIA, también bonito, de veraneo de clase alta, chiquito y en una bahía sobre el Cantábrico. 
 
Cuando digo "de clase alta" lo digo visto desde Argentina ya que en verdad acá es casi que lo general y habitual para todos, o sea que cualquiera viene de veraneo a estos lugares. Por dar una idea mejor, estos pueblitos de veraneo son como una Mar Del Plata chiquita adonde va gente de todo nivel. La diferencia es que la organización social, los servicios, la limpieza, el orden y el respeto, por un lado; y los autos y casas, por el otro, son aspectos ostensiblemente mejores que en nuestra tierra. 
 
Todas estas tierras tienen antiguedad de siglos, de mucho antes de Roma y Cristo, de allá lejos y hace tiempo. En el camino costero entre Zarauz y Getaria han puesto carteles fijos que van relatando la geología, historia, arquitectura, arqueología, etc. de estos lugares y que sorprenden por su antiguedad. Los fuimos leyendo a medida que disfrutábamos del paseo. 
 
Regresamos a casa cansados como dos mulas. Por la noche fuimos a compartir el último día del año con la familia de un hermano de Alegría que vive en Hendaya, Francia, sita a tiro de piedra de Irún. Tiene su casa en lo alto de una colina desde la cual se ve toda la bahía de Hondarribia, un lugar alucinante. Gracias Antonio, Ana y Antonio el abuelo por tan lindos momentos de fin de año y principios del 2009. Es mi deseo que tengamos todos un FELIZ AÑO NUEVO !!! -Mario  

miércoles, 31 de diciembre de 2008

BILBAO

Ayer fuimos de paseo a BILBAO; llevaba tres objetivos: conocer la ciudad todo lo que se pudiera, ver el célebre museo Guggenheim y darle un primer abrazo de la vida a una prima a la que nunca había visto hasta ahora. Misión cumplida.
El encuentro con mi prima Pepita y su esposo Andrés fue uno de esos acontecimientos que a uno lo dan vuelta como una media. Ocurre que mi abuelo paterno -gallego inmigrante a comienzos del siglo pasado- fue hermano de una abuela de Pepita; en consecuencia mi padre era primo directo de la madre de ella, aunque nunca se llegaron a conocer. Son 4 hermanos, dos de los cuales viven en Galicia, una en Mar Del Plata y Pepita en Bilbao. Conocer a Pepita y darle un abrazo era una deuda de honor que yo tenía con mi familia de orígen. Me abrió las puertas y me recibió muy bien; pudimos conversar e intentamos ponernos al día de unos 150 años de historias familiares, acá en España y en los países de destino de nuestros parientes comunes. 
Es fantástico cuando la vida te ofrece estas posibilidades, tal como la de estar yo ahora mismo en casa de mi primo Antonio, un sobrino de mi abuela paterna a quien ella nunca pudo conocer. Hace 100 años era demasiado un océano de por medio...
Gracias Pepita y Andrés, gracias querida familia, gracias a la vida. 
 
Pero antes de ir a lo de Pepita entramos a Bilbao y dimos unas vueltas con el auto. Antonio conoce bien toda esta zona y se guía perfectamente por las enormes autovías y autopistas abigarradas de carteles indicadores, flechas, bajadas y puentes. Bilbao es una ciudad recostada sobre el mar Cantábrico en la provincia vasca de Vizcaya. Como es muy grande y está desparramada entre colinas cuesta darse una idea de cuán grande es pero me dijo Antonio que es muy extendida, algo así como una lonja kilométrica a lo largo de la costa marina. Supo ser una ciudad fuertemente industrial, algo así como uno de los polos de la industria pesada (metalúrgica, etc.) de España pero ahora ya no lo es tanto; así me han dicho. De todos modos yo pude ver establecimientos industriales por todos lados en las afueras. 
Me resultó -eso sí- una ciudad muy moderna, con grandes avenidas, parques, edificios y rasgos de pujanza. 
Quería ver el museo Guggenheim y allá fuimos, caminando unas cuantas cuadras por la orilla de la ria de Bilbao; habíamos estacionado el auto frente al palacio Euskalduna, que es un enorme sitio para congresos y convenciones. Atravesamos dos puentes caminando y llegamos. El edificio del Guggenheim es alucinante... realmente es todo un alarde de la arquitectura ultramoderna; resulta muy dificil describirlo, hay que verlo en fotos. 
A mi en particular me resultó un tanto frio, con mucho material de acero inoxidable, mosaicos, titanio y vidrio. En mi humilde juicio le falta madera, plantas y ladrillos a la vista, como para hacerlo menos norteamericano y un poquito más español. 
Una vez adentro y comenzado a recorrer me pasó algo similar... vi muchas fallas organizativas que resultaría largo narrar y que terminaron por fastidiarme. No pude entender cómo se pueden cometer errores tan gruesos en tan famoso museo. 
Bueno, nos tenemos que ir, dejo aquí y mañana sigo. 
Feliz año para todos. Mario

lunes, 29 de diciembre de 2008

SAN SEBASTIAN - PASAJES

Hola! Ayer fue el día en que fuimos a Pamplona pero el día anterior, el sábado, me habían llevado a SAN SEBASTIAN, aunque por falta de tiempo no alcancé a escribir nada. Demorado pero lo hago ahora.
Lo primero que tengo para decir -y todavía hoy se me ponen los pocos pelos de punta- es que un tiburón de unos 100 kgs. de peso, tan grande como yo mismo, me pasó rozando las narices. Después voy a abundar sobre este escalofriante acontecimiento.
SAN SEBASTIAN -DONOSTIA en lengua vasca- queda cerca de aquí, apenas a unos 20 kmts. Fuimos en el auto los tres. Yo lo conocía por haber estado parando ahí tres días en enero de 1997. Enseguida de llegar dimos unas vueltas con el auto y aparcamos cerca del palacio de Miramar, un palacete que interrumpe un poco el recorrido costero. Fuimos directo al peine de los vientos, obra del escultor Chillida, que cierra la tan hermosa bahía. Ahí sacamos varias y obligadas fotos con los peines detrás nuestro a pocos metros.
Luego caminamos la bahía hacia el centro y recordé cuando en enero del 97 desde un teléfono público de cabina, en ese mismo lugar frente al mar, llamé por teléfono a Mercedes -la mamá de Antonio- a Irún, y para mi enorme sorpresa me atendió ella misma y reconoció que quién era el que la llamaba. Sin esa llamada lograda yo nunca lo hubiera conocido a Antonio y no estaría ahora parando en su casa de Irún ni paseando con él y su esposa por la costera de San Sebastián.   
Pude reencontrarme con el peine de los vientos, el monte Igueldo, la isla de Santa Clara y el monte Urgull con la gigantesca estatua del Sagrado Corazón. Al menos for export San Sebastián es la cara visible del País Vasco. Es una bahía muy bonita sobre el Cantábrico, con un aire a Mar Del Plata, sitio de veraneo y todas las características de una elegante ciudad. Resulta bien agradable caminar por sus paseos costaneros. 
Ya pasado el mediodía cogimos (perdón compatriotas) una calle paralela a la costanera y entramos a un restaurant donde Alegría había reservado mesa desde Irún: el Restaurante Argentino sito en una esquina de calle San Martín Nº56 a 100 metros del antiguo Palacio de Justicia. Un sitio encantador, refugio de argentinos, cuya dueña es una señora de la ciudad de Bernardo de Irigoyen, pcia. de Misiones. Bueno... era una sorpresa que había preparado Ale para agasajarme, y bien que la disfruté !!! Pedimos empanadas (sí, como las de allá), chorizos (sí, traídos de allá) y un asado de tira para chuparnos los dedos. Demás está decir que salimos rodando... pero contentos. 
De ahí bajamos otra vez a la playa y enfilamos hacia la otra punta de la bahía, allá debajo mismo del monte Urgull, donde está el antiguo y propio puerto de San Sebastián. Una delicia de lugar que no pude dejar de ametrallar con fotos. Bueno, ahí, donde termina el puertito, ahora hay un acuario. Y fue en ese alucinante y gigantesco acuario donde varios tiburones y una punta de otras especies marinas me pasaron impunemente por delante de la cara, a escasos 15 ctms. de mis propios ojos. 
No podía creer lo que iba viendo en las grandes peceras de vidrio o acrílico que albergaban cantidad de peces de todos los tamaños, formas y colores. Las rayas volaban por el agua tal como si fueras aves, los tiburones se me venían encima y me rozaban en un silencio aterrador, los meros de 80 kgs. me sonreían con toda la boca, las anguilas parecía que iban a engullirme... guau! lo que hicieron aquí! Ese acuario es un imperdible para cualquiera que ande por estas playas: lo recomiendo. En la parte de museo se pueden ver a escala todos los tipos de embarcaciones que usaron los marinos vascos en los distintos siglos, y hay muchas otras cosas para ver, todas vinculadas a la marinería. 
Finalmente, con todo el cansancio del día a cuestas, dimos otra vuelta en el auto y nos regresamos a casa, llegando de noche. 
 
Hoy es lunes y volví a San Sebastián con Antonio, que tenía que renovar su licencia de conducir. Mientras él se dedicaba a lo suyo yo me fui a dar una vuelta y a conocer parte de la universidad local. Estuve en la Facultad de Psicología y también en la de Filosofía y en la de Ciencias de La Educación.
Lucía... acá la Facultad de Psicología es un edificio moderno y confortable, las paredes están limpias, los baños también: limpios, perfumados y con unos espejos de techo a piso sin romper. Los pisos brillan, nadie tira nada fuera del tacho de basura y todo funciona adecuadamente. Glup!
 
Luego, y ya de regreso a Irún, Antonio se detuvo en un pueblito pesquero que se llama PASAJES; quería que yo lo conociera. Son tres y uno seguido al otro los Pasajes: Pasaje San Pedro, Pasaje Ancho y Pasaje San Juan. El que bajamos a caminar es Pasaje San Juan, del cual puedo decir que es un sitio encantador, muuuuuy bonito, una aldea de pescadores adentro de una bahía con las construcciones y el estilo de edificación del siglo XVI. Fuimos caminando una muy larga y estrecha calle que acompañaba al margen de la bahía y pasaba por debajo de breves túneles bajo las casas, todas casas de piedra, con balcones e incontables macetas en sus balcones, piso de adoquinado o lajas antiguas, aire de siglos. Cada vez que venía un coche había que pegar culo a la pared para que pase. Lo caminamos íntegro -unos 3 kmts.- hasta el final, donde ya la bahía desemboca en el Cantábrico, embelesado yo por estar y poder conocer un pueblito tan vasco como especial y encantador, como salido de un sueño. Saqué en Pasajes 40 fotos. Cariños para todos; un abrazo. Mario
 
PD: Va un comentario que quería hacer. Por aquí hay muchas motos y bicicletas, sobre todo teniendo en cuenta que el ciclismo es deporte nacional en España. En una semana que hace que llevo aquí no vi a ningún motoquero sin casco, no vi a ningún ciclista sin casco.      
 
PD: Hoy, cuando pasado el mediodía regresamos de San Sebastián y Pasajes, Antonio me llevó a almorzar a un restaurant gallego que hay por aquí, llamado Vitoria. Pidió PULPO A LA GALLEGA para dos: pulpo con patatas y pimentón. Ayyyyyyy...!!! que me quiero quedar a vivir por acá... ayyyyyyy !!! era una fuente grande como para un regimiento, y era un manjar, por favorrrrr !!! Llevaré siempre en la memoria esos enormes pedazos de pulpo generosamente servidos en esa bandeja de plata, tan ricos como el plato más rico que he comido en la vida. Graciasss !!! primooooo !!! 

domingo, 28 de diciembre de 2008

PAMPLONA - SARTAGUDA

1 de enero, 2 de febrero, 3 de marzo, 4 de abril, 5 de mayo, 6 de junio, 7 de julio es San Fermín !!! a PAMPLONA hemos de ir !!!    :-)
Hoy Alegría y Antonio me llevaron a la ciudad donde sueltan los toros cada 7 de julio, la de Hemingway, capital de la muy vasca región de Navarra. Salimos temprano desde Irún para hacer los aprox. 85 kmts. que separan de esa ciudad, llamada IRUÑEA en idioma vasco. Están reformando los caminos de montaña, de manera que hubo que andar despacio. Es notable lo que ha de costar aquí hacer un camino de esas características, con grandes movimientos de tierra y piedra, puentes por todos lados y túneles bajo las montañas. Pasamos por varios túneles super modernos socavados bajo las rocas de los Pirineos, uno de los cuales tiene 3 kmts. de largo. 
Al llegar estacionamos el auto en la plaza de toros. Ahí arrancamos el paseo a pie, paseo que consistió en andar paso a paso el mismo recorrido que hacen los toros cuando la suelta. A ese trayecto le llaman "El encierro" ya que los animales van por una especie de corral o brete, quiero decir que los guían entre dos parapetos de madera. Lo hicimos en sentido contrario al que en realidad llevan porque la estampida comienza en unos corrales extramuros y finaliza en la plaza de toros. 
Yo no lo sabía pero esa gran fiesta de la corrida por las calles dura cuanto máximo unos 2 minutos, que es el tiempo que les lleva a los toros correr ese trayecto -el encierro- de aprox. 1 kilómetro de largo, no más. La fiesta comienza a las 8 hs. del 7 de julio y termina unos 2 minutos después. Y no son 200 toros como yo pensaba sino media docena de bravos -de lidia-  y otra media docena de mansos. 
Como es ciudad amurallada y "chica", comparada con las nuestras, en ese kilómetro los toros atraviesan la parte histórica de la ciudad por el centro de la misma. A ver si puedo describir ese trayecto. Todo el recorrido que hacen es cuesta arriba y las calles por las que transitan son de empedrado. Salen de unos corrales y encaran por la cuesta de Santo Domingo; unos 200 metros luego entran en la plaza del ayuntamiento de Pamplona -es chica- y la cruzan en diagonal. Toman la calle Mercaderes y enseguida a 100 metros viene un ángulo de 90 grados, donde Mercaderes se encuentra con la calle Estafeta, la principal de la ciudad. Es la "curva de Mercaderes", que ha de ser el sitio más cojonudo de toda la movida. Imaginar un toro de 300/400 kilos al galope azuzado por la multitud doblar en ángulo recto ha de ser para alquilar balcones. Corren por la calle Estafeta unos 400 metros hasta la Telefónica; luego cogen el denominado callejón y ya están entrando en la plaza de toros. La corrida ha finalizado. Tiempo estimado: 2 minutos. Atrás queda el tendal, de revolcados, pisoteados, caídos y heridos. 
La calle Estafeta, en sus aprox. 400 metros de largo, es la principal calle del casco histórico. Es realmente tan tradicional como bella, con su profusión de balcones y la algarabía de sus barcitos, a razón de unos 10 cada 100 metros. Si de algo no carece Pamplona es de iglesias y de bares. 
Le saqué fotos a la plaza de toros, a una estatua de Hemingway y a otra muy linda que representa en bronce la corrida de San Fermín. Tomamos un cafecito en el bar más próximo a la plaza y paseamos por la parte vieja: Plaza del Fuerte y otros sitios. 
Por fin pude conocer la Pamplona que tantas veces había visto por TV luego de los San Fermines. 
De ahí continuamos camino hacia un pueblo llamado SARTAGUDA, mismo en Navarra, donde iba a encontrarme con una persona a quien sólo conocía por Internet, un amigaso de mi prima la Lilian de Buenos Aires. Pasamos por un pueblo llamado Puente la Reina, con un rio y un antiguo puente del siglo XI. En el camino vimos nieve. Luego paramos a almorzar en un restaurant llamado "Antonio", en el pueblo de LODOSA, famoso por sus enlatados de ajíes y morrones, que los veíamos colgando en manillas de los balcones de las casas para secarse. 
Y llegamos a Sartaguda, y me encontré con Javier, con su esposa Rita y su hija Estivaliz. Resultó ser una magnífica persona que me recibió con ganas y alegría; conversador y amable, charlamos un rato largo de variados temas, sobre todo de la historia de Navarra. Al irnos me dijo Antonio... "en todos lados se encuentra buena gente". Gracias Lilian por haberme permitido llegar hasta Sartaguda; gracias Javier por haberme recibido en tu casa.    
Hasta mañana; cariños para todos. Mario

viernes, 26 de diciembre de 2008

BIARRITZ - SAN JUAN DE LUZ - SOCOA

Esta mañana fuimos de paseo por la France y llegamos hasta la ciudad balnearia de BIARRITZ, que en Argentina conocemos por el tema del célebre festival de cine y por ser lugar de turismo de gente del jet set. Es una ciudad muy bonita, de aspecto antiguo, sólido y muy concurrida, con un aire parecido al de nuestra Mar Del Plata. Ciudad balnearia y bastante cheta con comercios de categoría, hoteles señoriales y construcciones con paredes de piedra. Comparte el estilo de vivienda de toda esta zona, la casa de 3 o 4 plantas con departamentos, muy bien cuidadas y de bonitos colores. No hay en Argentina de este estilo, no recuerdo haberlo visto por allá. Acá parece no existir la casa sola en el medio de un terreno grande; tal vez sea porque no hay tanto espacio como allá y porque es zona de montañas.
Tomamos un cafecito por ahí en la rivera, visitamos un promontorio rocoso sobre el mar con una estatua de la Virgen de Las Rocas y entramos a ver la principal iglesia de Biarritz: Santa Eugenia. Pude ver el hotel donde se alojan las estrellas del cine y gente de copete, llamado Grand Palace Hotel. El frio que acompañaba era interesante -bajo cero- y por momentos lloviznaba, de manera que cada vez que volvíamos al auto era como volver a nacer.
Antes de llegar a Biarritz, siguiendo el camino cercano al mar Cantábrico, pasamos por otros pueblitos, a cual más lindo en este rincón de la Aquitania francesa: Hendaya, Bidart, Socoa, San Juan de Luz y Guethary. El más grande y muy lindo es Saint Jean de Luz, una belleza de lugar sobre la costa, una pinturita que parece salido de un almanaque de Pirelli.
Al regreso paramos en SOCOA, otro pueblito que alberga un fuerte defensivo enclavado en lo alto de las rocas marinas. Allá fuimos y allá subimos caminando y tiritando de frio; y allá abajo vimos las olas embatiendo contra las rocas y el murallón. Creo que es del siglo XVI.
Antes de llegar a casa dimos aún otra vuelta por Hendaya; esta vez me mostraron el ayuntamiento y la iglesia de San Vicente.
Toda esta región tiene una antiguedad estratificada en los siglos que arranca en asentamientos romanos, con decir que acá en Irún hay un museo con todo lo que han ido encontrando de aquellas lejanas épocas al levantar edificios y construcciones.
Hasta mañana para todos. Mario

jueves, 25 de diciembre de 2008

HONDARRIBIA - BEHOBIA

Hola. Ante todo espero hayan pasado bien Nochebuena y Navidad.
Pablo, te agradezco tu regalo, que lo abrí recién anoche; me llevé -nos llevamos todos- una grata y degustable sorpresa. Mmmmmmm... :-)
También agradezco a los que se acuerdan de saludarme, por mail o por comentarios que dejan.
Hoy amaneció nublado por estos lugares, y siguió así todo el día. Volvimos de paseo por la tan bonita HONDARRIBIA. Esta vez Antonio quiso que conociera el puerto in situ y allá fuimos. Como está sobre el mar Cantábrico es puerto -puertito- de mar, con sus aguas profundas, verdes y transparentes, y ese clásico olor a sal que se respira por todos lados. Hay barcazas de pesca ancladas y algunas lanchas de turismo, por cierto un sitio muy agradable. Saqué unas cuantas fotos porque valían la pena.
Después fuimos a un barrio, mismo adentro de Hondarribia, que llaman La Marina y que es realmente maravilloso, como todo en esta pequeña ciudad marítima. Tal como mencionaba ayer acá se vuelve a dar la profusión de balcones en sus casas de 3 o 4 plantas, todos pintados de todos los colores en un estilo similar al de nuestro barrio de La Boca. Son balcones abiertos, con barandas de maderitas o hierro muy bien trabajado, bellos y abigarrados, todos llenos de macetas con geranios en flor. Vi que se vendían un par de departamentos y le comenté a Antonio que me iba a comprar uno de ellos, para venir de veraneo aquí. Me dijo que costaban unos 600 mil euros pero que si "cogía" dos una de esas me hacían precio... "Te quitan un 10 por ciento estos tios...". (Es un palito verde...). Realmente daría gusto vivir en ese barrio, en uno de esos deptos. con balconcitos que dan a la empedrada calle, entre flores, olor a sal y la buena onda que hay en los habitantes. Acá saqué como 25 fotos para llevar como testigo de lo que en este mediodía vieron mis ojos.
También pasamos por un pueblito o pequeña vecindad situada entre Irún y Hondarribia llamado BEHOBIA. Del lado español se llama Behobia y del francés Behoví, debido a que este pueblito, luego del tratado de los Pirineos entre ambas naciones, quedó artificialmente partido en dos.
Acá -como en toda Europa- no hay fronteras; cuando uno pasa de un país al otro nadie te detiene ni te pide papeles ni te sellan el pasaporte. Se puede circular entre los países sin sentir que se está atravesando una frontera.
Al regreso nos esperaba un espectacular almuerzo a manos de Alegría, que se esmera en atenderme hasta todo poder. Como estamos en fiestas ha cocinado gran variedad de pescados y mariscos. Un manjar.
Cariños a todos. Mario