jueves, 25 de diciembre de 2008

HONDARRIBIA - BEHOBIA

Hola. Ante todo espero hayan pasado bien Nochebuena y Navidad.
Pablo, te agradezco tu regalo, que lo abrí recién anoche; me llevé -nos llevamos todos- una grata y degustable sorpresa. Mmmmmmm... :-)
También agradezco a los que se acuerdan de saludarme, por mail o por comentarios que dejan.
Hoy amaneció nublado por estos lugares, y siguió así todo el día. Volvimos de paseo por la tan bonita HONDARRIBIA. Esta vez Antonio quiso que conociera el puerto in situ y allá fuimos. Como está sobre el mar Cantábrico es puerto -puertito- de mar, con sus aguas profundas, verdes y transparentes, y ese clásico olor a sal que se respira por todos lados. Hay barcazas de pesca ancladas y algunas lanchas de turismo, por cierto un sitio muy agradable. Saqué unas cuantas fotos porque valían la pena.
Después fuimos a un barrio, mismo adentro de Hondarribia, que llaman La Marina y que es realmente maravilloso, como todo en esta pequeña ciudad marítima. Tal como mencionaba ayer acá se vuelve a dar la profusión de balcones en sus casas de 3 o 4 plantas, todos pintados de todos los colores en un estilo similar al de nuestro barrio de La Boca. Son balcones abiertos, con barandas de maderitas o hierro muy bien trabajado, bellos y abigarrados, todos llenos de macetas con geranios en flor. Vi que se vendían un par de departamentos y le comenté a Antonio que me iba a comprar uno de ellos, para venir de veraneo aquí. Me dijo que costaban unos 600 mil euros pero que si "cogía" dos una de esas me hacían precio... "Te quitan un 10 por ciento estos tios...". (Es un palito verde...). Realmente daría gusto vivir en ese barrio, en uno de esos deptos. con balconcitos que dan a la empedrada calle, entre flores, olor a sal y la buena onda que hay en los habitantes. Acá saqué como 25 fotos para llevar como testigo de lo que en este mediodía vieron mis ojos.
También pasamos por un pueblito o pequeña vecindad situada entre Irún y Hondarribia llamado BEHOBIA. Del lado español se llama Behobia y del francés Behoví, debido a que este pueblito, luego del tratado de los Pirineos entre ambas naciones, quedó artificialmente partido en dos.
Acá -como en toda Europa- no hay fronteras; cuando uno pasa de un país al otro nadie te detiene ni te pide papeles ni te sellan el pasaporte. Se puede circular entre los países sin sentir que se está atravesando una frontera.
Al regreso nos esperaba un espectacular almuerzo a manos de Alegría, que se esmera en atenderme hasta todo poder. Como estamos en fiestas ha cocinado gran variedad de pescados y mariscos. Un manjar.
Cariños a todos. Mario

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